Con un nuevo enfoque pedagógico, el juego-ciencia gana en las escuelas
Grandes maestros, educadores y hasta especialistas en neurociencias explican sus nuevas aplicaciones en las aulas. Ya se practica regularmente en más de 4500 colegios. Y se inauguró la primera diplomatura en enseñanza del ajedrez.
El ajedrez no es solo un deporte. Puede ser utilizado en neurociencias, en economía, en filosofía, y sobre todo en los colegios. Así piensan especialistas, educadores y profesionales argentinos y extranjeros que se congregaron en la Universidad de Tres de Febrero, donde se realizó el Primer Congreso Nacional de Ajedrez, en el que abordaron el papel de este juego en el desarrollo de la inteligencia, y promovieron estrategias para aplicarlo en el aula. Desde la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNTREF, organizadora del evento, anunciaron que en el segundo semestre comenzará la flamante diplomatura en enseñanza del ajedrez, inédita en el país.
"La idea fue debatir los beneficios que trae su práctica. No sólo verlo desde la teoría y la estrategia, sino en un enfoque más amplio y comunitario", cuenta a Tiempo Argentino la coordinadora del congreso, Carolina Luján, gran maestra internacional de ajedrez, que trabaja en la UNTREF y la representa en sus competencias. "Yo creo que no necesitás ser inteligente para jugar. Eso es un mito. El ajedrez estimula la memoria, la asociación, la concentración. A mí me pasó", acota.
El ajedrez también tiene su relación con la filosofía. Martín Labollita, maestro internacional de ajedrez y en pocos meses licenciado en Filosofía, disertó sobre los entrecruzamientos entre este juego y la ética, entre las decisiones de cada movimiento de las piezas y la casuística. "Antes estaba la idea de que el ajedrez tenía una lógica matemática, como si la decisión de cada movimiento se tomara por un árbol de variantes que se iba abriendo –destaca Labollita–. Ahora, en cambio, se piensa más que nos salta de la mente una jugada. El inconsciente tiene un rol más importante del que se creía. El Gran Maestro no es el que logra pensar más jugadas, sino el que asocia y elige mejor. Muchas veces, ni siquiera se plantea todas las opciones disponibles en ese movimiento. No es un tema cuantitativo sino cualitativo".
El especialista da una clave: para ganar hay que saber ocupar el centro, o ir controlándolo en vistas a una futura arremetida, como es el estilo del actual campeón, el noruego Magnus Carlsen (ver recuadro). Labollita, de 33 años, empezó a los 7. De chico, su pieza favorita era el caballo, "por el movimiento extraño que tiene", pero con el correr de los años pasó a interesarle más el alfil, que con una misma valoración que el caballo "es más fuerte en posiciones abiertas".
En la toma de decisiones, como en economía o en neurociencias, el ajedrez "puede ser una herramienta para maximizar calidad y tiempo", explica María Juliana Leone, doctora en Ciencias Básicas y Aplicadas del laboratorio de Neurociencia Integrativa de la UBA. Jugó al ajedrez en torneos internacionales, y luego se distanció del deporte, pero la ciencia los volvió a unir. "El ajedrez puede ser un modelo para entender los procesos en la toma de decisiones complejas en entornos controlados. Para eso estudiamos qué característica define a expertos y principiantes: los primeros tienen una visión integrada, identifican mejor las jugadas, y los segundos se guían más por los movimientos cercanos. También vemos qué cambios experimenta nuestro cuerpo, como es la frecuencia cardíaca", especifica.
En el ajedrez escolar no se busca un campeón del mundo. Luján cita ejemplos de historia y geografía contándole a los chicos los orígenes de este "juego ciencia" en Egipto y en un valle de la India, donde descubrieron piezas que reproducían el enfrentamiento de ejércitos, y que llegó a Europa en el año 700. Figura en poemas, novelas, incluso en el cine, como en la célebre escena de El Séptimo Sello, de Ingmar Bergman, en la que un caballero medieval pone en juego su destino al desafiar a la Muerte en una partida de ajedrez. "También ayuda a la memoria visual, al calcular las posiciones previendo las jugadas de uno u otro. Aunque las piezas estén quietas, tenés las imágenes memorizadas en la cabeza", enfatiza Luján.
En la UNTREF, su práctica tiene dos ramas: la deportiva y la educativa, que tendrá su institucionalización con el lanzamiento de la diplomatura en enseñanza del ajedrez. Empezará en el segundo cuatrimestre y durará un año. En 2015, se sumará la posibilidad de hacerlo en forma virtual, en el marco de una creciente acepción del ajedrez en la vida cotidiana a través de juegos por celulares y computadora.
La tecnología ayuda a que más chicos lo aborden en la escuela. En el país, su práctica crece año a año, y los distritos de San Luis y la Ciudad de Buenos Aires están a la vanguardia. En Capital, lo juegan 17.000 alumnos de todos los niveles. Javier Caramia, coordinador pedagógico del programa porteño Ajedrez Escolar, explica que funciona desde 1990, bajo la idea de "promover distintas operaciones del pensamiento, además de un espacio lúdico". En los torneos no puntúan con 1, ½ y 0, sino con 3, 2 y 1, "para que ningún chico se vaya con cero". Y trabajan con narraciones que aprovechan la "riqueza de sentidos" del ajedrez y cada una de sus piezas.
En San Luis, el programa de ajedrez en las escuelas lleva nueve años, coordinado por la Universidad de La Punta, con diferentes ejes, desde varias primarias que lo tienen como materia hasta una "escuela de talentos". Actualmente, en esa provincia lo practican 30.000 chicos, que representan a un 70% de las escuelas.
Luján apunta que, de acuerdo a un informe reciente de la Secretaría de Deportes de Nación, el segundo deporte más practicado por los aficionados del país, detrás del fútbol, es el ajedrez. El por qué le parece obvio: "Abarca a las tres edades, de chicos hasta ancianos, y lo pueden jugar los de cualquier nivel socioeconómico y en cualquier lugar". «
Los peones, unidos y organizados
El ajedrez también copó otro ámbito en la Argentina: la militancia. "Peón Vuelve. Ajedrecistas Unidos y Organizados" se llama la agrupación que busca "articular sus dos pasiones: la que tienen por el proyecto nacional y popular que encabeza la presidenta y la del ajedrez, que cumple una función social, de inclusión", según cuenta a Tiempo Argentino Pablo Mocca, uno de los referentes de la organización creada en marzo de 2013. El 21 de diciembre pasado, más de 120 personas participaron del Abierto Peón Vuelve "Copa 30 años de democracia".
"Al ajedrez nadie puede negarle su condición de juego, pero tampoco de arte, por su belleza y la posibilidad de crear metáfora a través de él; de ciencia, porque se acumula conocimiento infinitamente; o de deporte, porque los que juegan a determinado nivel conocen las exigencias", expresa. Y agrega la similitud con la política: "El ajedrez conlleva en su praxis la necesidad de la toma de decisiones continuas y de evaluación estratégica de la coyuntura. No juego solo, sino contra otro que también tiene sus planes."
Para Estrella Nieto, militante y docente de la organización, "la posición inicial en el tablero, en la cual están todos los peones juntos luchando por un objetivo, es el símbolo de la militancia misma".
Presión, como el cholo
Carolina Luján tiene 29 años y empezó con el ajedrez a los siete. "Me acompañó toda mi vida." Para ella, no existe el juego perfecto. Por ende, no se puede conocer la cantidad de movimientos posibles en el tablero, más allá que algunos hablan de 5949, incluso más. "Es incalculable, por eso la máquina aún no le ganó al hombre."
El actual campeón mundial es noruego, se llama Magnus Carlsen, y se coronó a fines de 2013 con sólo 22 años, la misma edad que tenía Kasparov ante el mismo logro. Ya venía de convertirse en Gran Maestro a los 13. De adolescente, se distinguía por su estilo de ataque. Hoy ya no es el mismo, y apela especialmente al estilo posicional, partidas largas y embestida en la parte final. "Se destaca por su capacidad de lucha. Tiene mucha energía, y está el factor psicológico, que lo hace prevalecer en muchas partidas igualadas que parece que van a tablas. Ahí mete presión", lo describe Martín Labollita, aunque acota que "es un estilo modelo.
Muchos le critican que juega relajado, como con un control remoto. Eso le hizo perder algunos partidos últimamente." La analogía con Cristiano Ronaldo es inevitable. Su reinado dio pie a un nuevo paradigma en el mundo del ajedrez: "Hoy se juega como jugaba Borg en tenis, de fondo. Su ajedrez es un poco eso, no avanza peones, cuidándolos porque no pueden volver atrás, con ellos le interesa mantener la presión. Hace diez años no se veía así. Todo era atacar. Ahora parece más especulación, y salir luego con el contraataque, como sería el Atlético del Cholo. No le importa la posesión de pelota", grafica.
Una política de estado
A nivel nacional también existe un programa de ajedrez, desde 2003, que pertenece a la Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas del Ministerio de Educación. "Está presente en las 24 jurisdicciones, abarca a 3000 escuelas primarias, 1500 secundarias y 150 jardines, incluidas las escuelas de educación especial", informa el coordinador, Jorge Berguier.
Abarca a unos 500 mil alumnos, el doble de los que tenían hace cinco años. "Esto crece muy fuertemente, pero no tiene secretos. Seguirá creciendo en la medida en que haya un Estado presente. Llevamos entregados 50 mil juegos de ajedrez, libros, cerca de 5000 pizarrones magnéticos con tableros murales y acciones de capacitación para profesores", enumera.
Entre septiembre y octubre se desarrollará el Torneo Nacional Intercolegial para Secundarias en Formosa, coorganizado con la Federación de Centros de Estudiantes; el Torneo Nacional Intercolegial de Primaria, en Mendoza; un encuentro nacional de resolución de problemas ajedrecísticos, en Misiones; y por primera vez se hará un encuentro nacional de ajedrez para chicos ciegos, para el que ya confirmaron su presencia siete provincias.
Berguier explica que "el ajedrez es parte de la cultura universal y de nuestro país; acercárselo a los jóvenes, sobre todo a los de bajos recursos, es muy importante en cuanto a equiparación de derechos, además de lo que genera en capacidad de abstracción, actitud crítica en resolución de problemáticas, la democracia participativa y en la ayuda a la actitud reflexiva, todo lo que engloba el objetivo de la educación".
Programa
500 mil alumnos practican ajedrez a través del programa que en 2003 implementó la Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas, el doble que hace cinco años.
Carolina Luján
"No hay que ver al ajedrez sólo desde la teoría y la estrategia, sino con un enfoque más amplio y comunitario. Yo creo que no necesitás ser inteligente para jugar. Eso es un mito. El ajedrez estimula la memoria, la asociación, la concentración."
Martín Labollita
"El Gran Maestro no es el que piensa más jugadas, es el que asocia y elige mejor. Muchas veces ni siquiera se plantea todas las opciones disponibles en ese movimiento. No es un tema cuantitativo sino cualitativo."
FUENTE: Tiempo Argentino
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