Luis Morgado habla esta vez de la situación del ajedrez en nuestro país, y en especial en nuestra provincia de Córdoba, y hace una crítica sobre la dificultad del interior del país para progresar en esta actividad, como en tantas otras. Finalmente les ofrecemos una reseña histórica del ajedrez en Córdoba y recordamos a los grandes jugadores que han salido de este rincón del mundo.
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Completísima biblioteca de Ajedrez Integral, a cargo de Juan Morgado. |
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¿Cómo ve la organización actual del ajedrez de nuestro país?
Considero que la institución madre del ajedrez argentino está atravesando una crisis sin precedentes, y espero que en algún momento próximo logre recuperar su imagen. En cambio, a nivel de base el ajedrez nacional tiene un gran impulso y se desarrolla en forma notable.
¿Qué deberían hacer los cordobeses para acercarse al nivel de Bs. As?
Entre otras actividades, me encuentro escribiendo sobre la historia del ajedrez argentino. Debo decir que, mal que nos pese, estoy realmente escribiendo sobre la historia del ajedrez de Buenos Aires. Ezequiel Martínez Estrada llamó a Buenos Aires ¨la cabeza de Goliat¨, porque chupa la sangre al cuerpo raquítico del país. No puede aplicarse mejor esta sentencia que en el ámbito ajedrecístico. Con dos o tres excepciones, la mayoría de los buenos jugadores del interior debieron irse a vivir a Buenos Aires para poder destacarse.
El ajedrez cordobés fue aprendiendo, más que otras provincias, cómo desarrollarse dentro de su propio ámbito y junto a las zonas vecinas. Hoy no se avizora un buen futuro para los ajedrecistas argentinos, salvo que emigren a Europa, donde pueden encontrar un nivel competitivo mucho más importante
A alguien que quiere dedicarse al ajedrez en Argentina y ganarse la vida con ello, ¿Qué le diría?
Hay dos niveles. Si alguien aspirara competir, debe irse a vivir a Europa. Pese a la crisis económica actual, todavía hay buenas posibilidades de desarrollo. En cambio, en Argentina tendrá mucho más chances de desarrollarse en el campo de la educación.
Como gran conocedor de la historia: ¿Qué ajedrecista argentino no fue justamente reconocido o Ud. querría resaltar? ¿Por qué?
Menciono sólo algunos de los ajedrecistas que se destacaron netamente, y que han sido olvidados por la historia. Pablo Tagliaferro fue, muy probablemente, el ajedrecista argentino más fuerte del siglo XIX. José Pérez Mendoza fue el mecenas del ajedrez argentino hasta que falleció, en 1937. Arnoldo Ellerman, el llamado ¨rey del mate en dos¨, compuso casi 6000 problemas de ajedrez, obteniendo 115 primeros premios. El prof.Zoilo R. Caputto –recientemente cumplió 90 años– es autor de una monumental obra en 5 tomos, titulada El arte del Estudio de Ajedrez, que tiene importancia internacional.
Una anécdota
Miguel Tal tenía un humor extraordinario. Cuando vino a la Argentina en 1987 para jugar el torneo de Termas de Río Hondo, fui a cubrir el evento para Ajedrez de Estilo. En un momento libre, me acerqué a él para hablarle acerca del trabajo sobre las casillas reales, dejándole una copia en idioma ruso, gracias a la traducción de Jorge Dulik. Al día siguiente, me dice: “¡Interesante, usted sabe más de mí que yo mismo!”.
BONUS TRACK: HISTORIA DEL AJEDREZ
Los comienzos del Ajedrez Cordobés
La primera noticia que aparece sobre el ajedrez cordobés es un match entre el Club Argentino y el Club Vélez Sarsfield, por telégrafo, a dos partidas en consulta. Se jugó en varias etapas, comenzando el 21 de agosto y finalizando el 8 de setiembre de 1921. Venció el Club Argentino por 2:0, y para el equipo cordobés jugaron Juan Roura, Nigel Darling, Ernesto Grieben, Francisco Quintana y José Ignacio Chaves, ajedrecista ciego desde niño, que era muy fuerte y competía con los jugadores videntes de igual a igual.
Algunas fuentes indican que José Ignacio Chaves fue campeón de Córdoba en 1925, pero aparentemente se trataba de campeón de la ciudad de Córdoba –y no de la provincia–, ya que recién en 1929 comienza a disputarse el Torneo Mayor de Córdoba, donde participaron 10 jugadores a doble turno. Se impuso Eduardo Bautista Secchi 14½/18, seguido por José Ignacio Chávez 13; Secchi tenía para ese entonces sólo 15 años.
En 1933 se juega el II Torneo Mayor, con 18 jugadores. Fue ganado por Aníbal Arabel, con 15/17, obteniendo el derecho de enfrentar al campeón Secchi. EL match Arabel – Secchi finaliza 7:7, y por ello éste retiene el título.
En 1934 Secchi renuncia al título, y es nuevo campeón el joven Ernesto Medina, ganador del Torneo Mayor.
En 1936 se funda el Club de La Calera, que tuvo un período de mucha actividad.
En 1939, en ocasión de jugarse en Buenos Aires el Torneo de las Naciones, el gobierno no entregó un subsidio que había sido aprobado por el Congreso, y el certamen corrió peligro de cancelación. La FADA organizó una colecta pública en todo el país, y Córdoba participó con numerosas comisiones: el intendente NessimBendayán en General Levalle, Pablo Arabel en Hernando, Antonio Roura en Alicia, Néstor Olmos en la ciudad de Córdoba, Inocencio Palavecini en Monte Maíz, Miguel Amaidén en Huanchilla, Antonio Monserrat en Los Boulevares, Héctor López en Canals, Silvio Palmero en Las Varillas, doctor Bernardino Reschia en Aldao, N. Alustiza en Marull, Obdudio Hernández Castro en General Paz, el mayor Moratorio en nombre de jefes y oficiales de la Escuela Militar de Aviación, el gobernador Sabattini, el vice-gobernador Alejandro Gallardo, el arzobispo Lafitte, el general José M. Sarobe, entre otros. Enviaron ayuda también Alta Gracia, La Calera, Cosquín, Jesús María y Deán Funes. La legislatura de Córdoba aportó $ 10.000. La colecta muy exitosa, y finalmente el gran torneo pudo realizarse. Se gestionó que la parte final del Torneo de las Naciones se jugara en Córdoba, pero no prosperó la propuesta.
En enero de 1940 Eliskases visita Villa María y Bell Ville.
Valores Cordobeses: Secchi, Redolfi, Bronstein
Además de las actuaciones mencionadas más arriba, Secchi fue un fortísimo ajedrecista postal. Participó en las 2ª y 4ª Olimpíadas como tablero 2 y 4, respectivamente, y en el III Campeonato Mundial, teniendo en todos los casos actuaciones destacadas.
Rodolfo Argentino Redolfi fue un auténtico valor cordobés, que no necesitó viajar a Buenos Aires para desarrollarse. Comenzó a jugar en 1945, y ganó diez veces el campeonato de Córdoba, en 1952, 1953, 1954, 1956, 1957, 1959, 1960, 1972, 1979 y 1988, fue subcampeón Argentino e integrante de los equipos olímpicos. En 1960 comienza a jugar ajedrez postal, integrando los equipos argentinos en las olimpíadas 9ª y 11ª. En el FINJUB-XXX, organizado por la Federación de Finlandia, obtuvo el título de Gran Maestro, finalizando tercero, invicto, con un score de +5 =9 -0, 9½/14. Luego, con la aparición de los programas, dejó de jugar: él no tenía computadora, y no quería competir en desigualdad de condiciones.
Con Luis Bronstein coincidimos en muchos torneos. La primera partida que jugamos fue en el Campeonato Argentino por Equipos de 1966, en Río Hondo, donde logré hacerle tablas con una corta combinación. En 1973 me ganó en la final del Campeonato Argentino, en Santa Fe. En 1983 igualamos en el Abierto de Mar del Plata, con la particularidad de que compartimos el primer puesto con 7½/9, ganando él por sistema Buccholz. Viajamos juntos en un bus nocturno, y cuando ya me disponía a dormir, Luis sacó de su bolso un libro en ruso de finales de Kubbel. Estuvimos toda la noche resolviendo esos maravillosos finales, ¡y por cierto que ese entrenamiento nos dio resultado! Por último, en 1988 jugamos nuevamente en el Abierto de Mar del Plata, y me ganó fácilmente. Él era un ajedrecista obsesionado con la exactitud: quería siempre hacer la jugada exacta. Conocía profundamente la teoría de las casillas reales, y en muchas de sus partidas ha aplicado esos conceptos.
Eso le trajo muchos problemas con el reloj, y por eso no pudo alcanzar el título de GM. Recuerdo que le ganó una partida notable a Najdorf, en la final del Campeonato Argentino de 1975. Además del ajedrez, Luis tenía inquietudes sociales e intelectuales, y había estudiado guión de cine. Su adicción al cigarrillo y su bohemia le hicieron perder paulatinamente la salud.
Mis Libros
Aprovechando la ventaja de haber tenido acceso a mucha bibliografía a través de la librería, hace unos diez años decidí investigar la historia del ajedrez Argentino. Mi primer libro estaba pensado para una biografía de Roberto Grau, para lo cual me entrevisté con su hija, la señora Gloria. De esas conversaciones surgió la idea de que ella misma podría hacerla, y así nació Roberto Grau el Maestro, en co-autoría con ella y con el doctor Delfino, editado por Colihue.
No podía dejar de escribir sobre la teoría de las casillas reales, que tuvo tanta importancia en mi estilo de juego, en especial en las partidas postales. Aparecieron entonces Casillas Reales y Estructuras Reales, ambos por Álvarez Castillo ediciones.
La obra imprescindible El Ajedrez en la Argentina, de José Pérez Mendoza, me dio la idea de escribir unos tomos pequeños de micro-biografías de hombres destacados que hayan tenido relación con el ajedrez. Así me ocupé de San Martín, Castelli, Mitre, Roca, Sáenz Peña, Rosas, Lavalle, y otros. Hasta ahora han aparecido tres tomos, y el cuarto está próximo.
Las notables circunstancias de la Revolución del Parque (1890) dieron origen a Sangre y Ajedrez en el Parque, donde se relatan las circunstancias de la cruenta lucha de Tribunales, y la estrategia ajedrecística utilizada por las tropas gubernistas para ganar la batalla. En paralelo, se desarrollaba un peculiar match entre Tagliaferro y Gigena, el conocido profesor de latín mencionado en Juvenilia. Se incluyen todas las partidas de ese encuentro.
El último, Los años locos del ajedrez argentino, abarca los hechos acaecidos entre 1905 y 1925, la lucha deportiva y política entre el Club Argentino y el Círculo, los grandes protagonistas, las disputas entre Grau y Portela, el contexto socio-político. También he realizado una ponencia sobre el escritor y pensador Ezequiel Martínez Estrada --buen ajedrecista y bibliotecario de la FADA en 1924/5--, que presenté en el III Congreso sobre la vida y la obra de este autor, en Bahía Blanca.
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