El año pasado se implementó como experiencia piloto la materia Ajedrez en una escuela primaria de barrio Parque República y cuatro niños del establecimiento clasificaron a un campeonato a nivel nacional. Los educadores aseguran que los estudiantes desarrollan múltiples habilidades con la práctica de este juego-deporte.
Por María del Mar Job para La tinta.
“El ajedrez es el arte que ilustra la belleza de la lógica”, sostuvo el ajedrecista soviético Mikhail Botvinnik, quien retuvo el título de campeón mundial entre 1948 y 1963.
Numerosos estudios pedagógicos sostienen que el ajedrez es un juego muy beneficioso que ayuda a los alumnos en el rendimiento escolar, ya que ejercita la memoria, la capacidad de concentración, la toma de decisiones, la reflexión, la resolución de problemas, el razonamiento lógico-matemático, entre otros logros.
El año pasado, en Córdoba, se llevó adelante la primera experiencia piloto de incluir al ajedrez como una materia en una escuela pública primaria. Los resultados fueron más que alentadores para que los docentes insistan en la necesidad de promover un programa provincial de ajedrez educativo en las escuelas públicas.
Experiencia piloto
El año pasado arrancó un proyecto educativo piloto llamado ‘Espacios culturales’, convocado por el Gobierno de la provincia de Córdoba, en la escuela pública primaria Profesor Atilio Argüello, en barrio Parque República. Este colegio, como muchos de barrios populares de Córdoba, fue conocido por sus problemas edilicios y por permanecer durante tres años en aulas contenedoras de chapa.
En 2016, se inauguró su nuevo edificio y se creó un espacio de Ajedrez Educativo para los estudiantes de la escuela, con resultados que superaron los objetivos pedagógicos iniciales que se habían propuesto los educadores.
Los alumnos que asisten a esa escuela en su mayoría viven en barrio Parque República y Villa La Tela. Tienen entre 7 y 12 años y asistían dos horas por semana, después de la jornada extendida y la materia era de carácter obligatorio.
“Vimos que los chicos se engancharon muy rápidamente con el ajedrez, la presencia del tablero mismo ya de por sí los convocó, los atrae porque no deja de ser un juego y cuando son más chicos les interesa la idea de ver a cada pieza como un personaje, desde un lugar bien lúdico”, contó Anahí Oviedo, una de las profesoras de ajedrez que llevó adelante el proyecto.
“Creo que lo que me movió en un principio a mí, es que el ajedrez es algo que me gusta desde que tengo uso de razón. Mi abuelo materno jugaba, le enseñó a mi mamá y ella a mí, el primer recuerdo que tengo de cuando era más chico yo tenía 8 años y jugaba con mi hermano con el que me llevo un año. Actualmente nos juntamos los sábados, con asado y cerveza de por medio jugamos. Siempre me gustó, estoy apasionado por el ajedrez y uno puede transmitir eso a los chicos”, asegura Martín Quinteros, otro de los profesores que arrancó a dictar clases de ajedrez en una escuela para adultos y a partir de allí llevó el proyecto a una escuela primaria.
Anahí asegura que “el ajedrez es un lenguaje en sí mismo, y aprenderlo facilita para aprender otras lenguas y adquirir una nueva lógica”.
Además, los profesores aseguran que los ayuda a concentrarse, a respetar al otro y las reglas de juego, a pensar lógicamente, a mejorar la memoria, la autoestima, entre otras muchas ventajas que favorecen el desarrollo integral del niño y les ofrece nuevos recursos para un mejor aprendizaje.
“Implementamos este proyecto en una escuela primaria donde asisten chicos de barrios muy humildes, he visto que facilita mucho la inclusión social ya que el ajedrez es una disciplina que tradicionalmente, y en Córdoba sigue siendo así, pertenece a un grupo muy cerrado, de clase media-alta, un juego de hombres”, agregó Anahí.
Abrir nuevos horizontes
“Viendo lo que genera este juego-deporte en los chicos creo que el ajedrez podría ser tan popular como el fútbol, es un deporte accesible sólo requiere de un tablero y las fichas, incluso algunas plazas tienen mesas con los tableros”, anhela Anahí.
La docente asegura que será una herramienta que les quedará para toda la vida ya sea para dedicarse y hacer carrera o sino para ingresar a un mundo cultural que les modifica su horizonte de oportunidades al poder acercarse a una plaza y poder participar de una partida de ajedrez o entender y analizar el juego.
“Uno tiene muchos prejuicios con el ajedrez, piensa que es aburrido, solitario, que lo juega gente que tiene mucha plata y nos dimos cuenta en la práctica que es todo lo contrario, que el ajedrez une, plantea situaciones sociales y colectivas mucho más amplias que sólo esas dos personas que participan. Además, es inclusivo ya que lo pueden jugar niños con grandes, hombres con mujeres, a diferencia del fútbol que puede haber una diferencia física y por eso se sectoriza, el ajedrez es para todos”, asegura Martín.
A partir de este proyecto educativo que se llevó a cabo en la escuela primaria Profesor Atilio Argüello, cuatro niños y niñas clasificaron a fin de año a nivel nacional y este año compitieron en las finales nacionales en Buenos Aires.
Niños que jamás habían salido de la provincia (muchos ni siquiera de su propio barrio), viajaron en avión a Buenos Aires a disfrutar de esta nueva habilidad que adquirieron en sólo meses de mucha práctica y esfuerzo realizado por parte de estos niños y docentes. Para poder realizar este viaje, sus familias, la escuela y los vecinos, los apoyaron al participar de una choripaneada en la plaza del barrio.
“Yo juego ajedrez hace seis meses, empezamos en la escuela, de ahí salieron torneos y distintas oportunidades y de ahí, yo y tres chicos más tuvimos la oportunidad de ir a San Carlos de Bariloche, en la provincia de Río Negro, donde participamos del torneo nacional de primarias”, aseguró Kevin Criado, uno de los niños que pasó a las finales nacionales, en una entrevista que ofreció el año pasado a la Universidad Nacional de Córdoba con motivo de la visita de la vicepresidenta de la Federación Internacional de Ajedrez, Beatriz Marinello.
“Juego con mis hermanos, le enseñé a mi hermano las tácticas, las maniobras, es un juego muy tranquilo”, dice Kevin entusiasmado.
“El ajedrez es una herramienta de transformación social, la mayoría de los chicos viven en Villa La Tela, son muy humildes, y que hayan viajado a Bariloche en avión con todo pago por la Provincia, que hayan ido a representar a Córdoba, a esos tres chicos les cambió la vida”, aseguró el profesor Martín.
Hoy Kevin les enseña a jugar ajedrez a sus vecinos y juega con todos en la escuela, incluso con el preceptor, cuentan los profesores.
Ajedrez en los barrios
Los profesores de esta experiencia junto a dos ajedrecistas más que integran el Club de Ajedrez Enroque 232, lanzan el próximo fin de semana “Ajedrizate”, un programa que promocionará el ajedrez en los barrios de Córdoba.
El “inicio de partida” será el domingo 7 de mayo a las 16 horas en la Plaza del Barrio Las Violetas. Habrá invitados especiales, sorteos, una clase abierta, juego libre y actividades para niños. Está destinado a todos los vecinos y vecinas, para que todos puedan iniciarse en el ajedrez.
El programa recorrerá los barrios de Alta Córdoba, Campo de la Rivera, Güemes, Los Boulevares, entre otros. Ajedrizate también prevé abrir escuelas de Ajedrez y organizar torneos y encuentros interbarriales con el apoyo de la Agencia Córdoba Deportes. El recorrido del programa barrial se irá actualizando en la página de Facebook Ajedrizate.
* Por María del Mar Job para La tinta / Fotografías Club Enroque 232