jueves, 25 de abril de 2013




Esta es la historia de un hombre acostumbrado a transitar fuera de la Ley; aprendió a vivir eludiendo los rigores del trabajo y apostó a ganarse la vida a través del cobro de peajes y el engaño. En el mundo de la política llegó a ser Alcalde hasta que fue sorprendido con un dinero que le quemaba las manos. Más tarde, acaso, para exhibirse como un dotado monarca incursionó en el noble juego junto a los trebejos. En febrero último la federación italiana de ajedrez decidió expulsarlo de sus registros tras comprobarse que se valió de artilugios electrónicos para ganar sus partidas. Tutto uno sfacciato.
Loris Cereda frente al tablero pero sin sus gafas milagrosas

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